El gruñido de los perros es uno de sus principales recursos a nivel de comunicación verbal. En general (aunque como te cuento después, esto tiene sus matices) lo emplean para dar a entender que algo no les gusta.
Y cuando lo hacen, una de las reacciones más habituales que tenemos las personas es la de reñirle o castigarlo. Esto es una pésima idea ya que puedes generar un problema muy serio haciendo esto. En este artículo te lo cuento.
¿Por qué gruñe un perro?
En este blog ya te he hablado mucho sobre comunicación canina, y como sabrás la principal vía de comunicación de los perros es el lenguaje gestual, aunque no la única.
El gruñido entra dentro de lo que llamamos vocalizaciones, como los ladridos, gemidos, etc. Es una forma muy común de comunicación empleada por todos los perros.
¿Y por qué gruñe un perro? Pues puede darse por diferentes razones y en diferentes contextos, teniendo significados muy diferentes. Por eso, como siempre he dicho, a la hora de interpretar cualquier tipo de comunicación hay que prestar atención no solo a una señal específica (en este caso el gruñido) sino a todo el contexto.
En general el gruñido está asociado a situaciones que desagradan al perro, siendo incluso una señal previa a morder o atacar. Esto que acabo de decir es importante, después te explico por qué, pero insisto que el gruñido puede tener también otros significados, ya que también puede aparecer por ejemplo en una situación de juego.
Vamos a ver cuáles son las principales situaciones en las que puede aparecer el gruñido.
Diferentes gruñidos de perro y situaciones en las que aparece.
Gruñido de perro como situación de amenaza.
Este es uno de los usos más universales del gruñido: como señal de amenaza.
Las señales de amenaza son un tipo de señales más “intensas”, es decir, tienen un mayor nivel de intensidad emocional y se realizan de forma previa a una agresión, normalmente a modo de aviso para evitar llegar a ese punto.
¿El gruñido es una agresión en sí misma? No. De hecho es la forma que tiene el perro de decir que está llegando a su límite (es decir, a la agresión), pero de manera “civilizada”. Intensa, pero civilizada.
Podría ser el equivalente a cuando una persona, después de haberte dicho algo varias veces de forma amable y educada y no encontrar respuesta, comienza a gritar. Es cierto que no son las mejores formas pero suele ser algo muy funcional.
Los perros tienen un repertorio de comunicación de menor nivel emocional que usan en el día a día, las señales de calma, pero no todo el mundo las entiende. Por eso de vez en cuando necesitan gruñir, porque es una señal que todo el mundo conoce.
Por lo tanto, y resumiendo su funcionalidad como señal de amenaza, el perro indica mediante el gruñido que hay algo que le incomoda y necesita que se detenga.
Gruñido del perro a otros perros.
Como decíamos, el perro puede sentirse amenazado de muchas formas, también por otros perros, y por eso puede gruñirles: para advertirles y marcar líneas rojas.
Hay que tener claro que los gruñidos no son malos, y espero que tras leer este post entiendas de su importancia y por tanto por qué no debes castigarlos.
Un perro puede emitir gruñidos leves en un saludo normal y sano con otros perros. Por ejemplo, si es un perro que no conoce y es muy intenso, se le sube encima o quizá es demasiado enérgico, un gruñido puede servir para que el perro entienda que debe modificar sus maneras.
¿Esto es malo? Todo lo contrario, es una magnífica herramienta para que los perros se entiendan entre ellos y facilitar el encuentro.
Está claro que el gruñido a otro perro también puede ser mucho más intenso. En este caso el perro está lanzando una amenaza (por el motivo que sea) y está dispuesto a ir a más. Como decíamos, es importante mirar la foto completa y no solo el gruñido para entender exactamente qué está pasando.

El perro gruñe cuando lo acaricias.
Un perro puede gruñir cuando lo acaricias por diferentes razones. Las principales son:
- Tiene un dolor: si el perro está enfermo o tiene un dolor físico puede manifestarlo gruñendo cuando le toques una zona sensible. Aunque no es exactamente lo mismo, puede suceder algo parecido con problemas de pérdida sensorial. Por ejemplo, un perro que se haya quedado ciego y que gruña cuando le tocas en esa nueva situación en la que se siente desprotegido.
- Mala habituación: si el perro gruñe siempre que le tocas puede que tenga un mal aprendizaje causado por una mala experiencia. Por ejemplo, un perro que le hayan hecho daño al cortarle las uñas te puede gruñir al acercarte a sus patas. La diferencia de este caso con el anterior es que esto lo hará siempre, pero si es por un dolor o una causa fisiológica nueva, será un gruñido que antes no hacía y ahora sí (ante esto deberías llevarlo al veterinario).
El perro gruñe cuando está comiendo.
La comida es un recurso muy valioso a nivel instintivo para el perro. Por eso es normal que si te acercas mientras está comiendo reaccione de esta forma. Te está advirtiendo que esa comida es suya y que no deberías entrometerte.
Esto genera la que es, desde mi punto de vista, una de las situaciones más absurdas en la relación que tenemos con los perros. No me digas por qué, pero mucha gente se empeña en meter la mano en el comedero del perro mientras come, causando muchas situaciones incómodas e incluso agresiones.
Sí, está bien mostrar al perro que no es necesario que se ponga a la defensiva. Pero también es cierto que con dejar al perro comer tranquilo se soluciona la papeleta. A veces nos complicamos solos, queriendo ir de “líderes alfa” tocándole las narices al perro… ¿Para qué?
El perro gruñe cuando tiene un juguete.
Esta puede ser una situación compleja, ya que puede significar dos cosas totalmente opuestas que si no se diferencian pueden tener consecuencias.
Por un lado, el perro puede gruñir por juego. A muchos perros les gusta jugar a “luchar”: que cojan un juguete con la boca y que tú se lo intentes quitar, forcejeando. Les encanta, y en ese proceso pueden gruñir. Pero no es un gruñido de amenaza, el perro solo está recreando lo que sería una situación real (eso es lo que es el juego, al fin y al cabo), pero está disfrutando y divirtiéndose.
Por otro lado, el perro podría gruñir por una protección de recursos. Esto es algo similar al caso de la comida, es decir, que el perro no quiera que le quiten el juguete y está dispuesto a protegerlo si es necesario. En este caso la advertencia es real, y dependiendo del caso puede llegar a provocar una agresión.
¿Cómo diferenciar una situación de otra? Atendiendo al resto del lenguaje corporal del perro, si es amistoso o defensivo. Si no sabes en qué debes fijarte estaría bien que te plantearas aprender un poco sobre comunicación canina.
El perro gruñe a niños.
Algunos perros han tenido malas experiencias con niños y a causa de ese aprendizaje puede que reaccionen de forma negativa, anunciando con un gruñido que necesitan espacio y que les dejen en paz.
Esta situación responde a lo que hemos comentado anteriormente, pero hay que destacar que las consecuencias de un mal manejo pueden ser mucho más graves, por lo que hay que tener mucho cuidado.
¿Qué pasa si castigas a tu perro por gruñir?
La idea principal de todo lo que hemos dicho anteriormente es la siguiente: el gruñido es una herramienta de comunicación y por tanto no se debe castigar al perro por usarla. De hecho es la señal comunicativa que precede a una potencial agresión, y su importancia reside en eso, en que te ayuda a entender que algo no va bien y que hay que parar.
Si cada vez que el perro gruñe tú le castigas (riñes, pegas, tiras de la correa, chistas, etc.), el perro dejará de usar esa señal. Como consecuencia eliminarás de su repertorio de comunicación una de las señales que advierten de la agresión.
Esto significa que la próxima vez que el perro se sienta presionado no lo mostrará mediante un gruñido. Al no hacerlo patente, el estímulo que está incomodando al perro (esa persona, perro o lo que sea) seguirá presente, generando más presión. Al aumentar la presión el perro lo pasará cada vez peor, hasta que llegue un punto en el que puede llegar a agredir porque no tenga más alternativa.
Y luego nos llevaremos las manos a la cabeza diciendo que qué ha podido pasar, que ha sido todo de repente, que el perro no ha lanzado ningún aviso y de repente ha mordido…
No, nada de eso. Es algo que se ha cocinado lento durante mucho tiempo. Una tragedia anunciada.
Todos los perros se comunican. Todos los perros gruñen y lo hacen para manifestar una situación incómoda. Por lo tanto lo que tienes que hacer es “escuchar” a tu perro y poner solución a lo que está pasando, no reñirle.

¿Qué hacer si un perro te gruñe?
Como hemos explicado justo arriba, reñir al perro cuando gruñe hace que inhiba esa vocalización, que la deje de usar. Pero que la deje de usar no implica que no se sienta mal, agobiado, presionado, incómodo o asustado, solo significa que lo está pero no lo puede manifestar.
Reñir el perro además añade más tensión a la situación, cosa que en esos momentos no ayuda nada. Por lo tanto hay que tener en cuenta el contexto y entender qué está pasando para así actuar en consecuencia y apoyar al perro.
Como hay motivos diferentes, las formas de actuar son diferentes. Vamos a ver algunos casos.
Qué hacer ante un gruñido de perro como situación de amenaza.
Si un perro se siente amenazado hay que observar cuál es la causa y ponerla bajo control. Si se siente amenazado por ti, necesitas darle algo de distancia y aproximarte de otra forma o darle más tiempo. Si se siente amenazado por otro perro, lo mismo.
Después hay que analizar si se trata de una situación normal, ya que cualquier perro puede sentirse amenazado en un momento dado, o si hay un problema mayor detrás. Por ejemplo, si el perro tiene miedo a personas, a perros, etc. En función de esto habrá que definir una terapia de modificación conductual adecuada. Ya sabes, en caso de duda consulta a un profesional.
Recuerda, que el perro gruña es una buena señal. Incluso es algo que se busca en perros que ya han realizado agresiones, en perros que se lanzan sin emitir señales… Es un trabajo complicado, pero conseguir que ese perro vuelva a gruñir en lugar de morder es todo un éxito, y es el camino de la recuperación.
Gruñido del perro a otros perros.
Realmente lo hemos comentado en el punto anterior. Siempre en primer lugar hay que evitar que el perro se vea sobrepasado, entender qué está pasando y solucionarlo (dando distancia, etc.).
Después con calma hay que ver cuál es el problema de fondo para poder intervenir. Lo normal es que se den 3 casos:
- Que sea una situación puntual y por tanto no necesite un tratamiento especial.
- Que el perro tenga un problema de tipo emocional: por ejemplo miedo a otros perros u otros problemas relacionados con agresividad.
- Que el perro tenga un problema de tipo social: es decir, que no tenga las habilidades sociales suficientes y que no sepa cómo interactuar con otros perros en distancias cortas. Esto lleva a los perros a “solucionar” los encuentros con gruñidos, marcajes, etc., aunque no haya detrás un problema emocional (como un miedo).
En estos casos, dada la complejidad y riesgo que desentraña, lo mejor es acudir a un profesional.
El perro gruñe cuando lo acaricias.
Como decíamos más arriba, esto puede aparecer de forma repentina de un día para otro y ser habitual.
Si aparece de forma repentina lo primero que tienes que hacer es un chequeo veterinario ya que es posible que la causa sea orgánica: un dolor, molestia, enfermedad, etc.
Si lo ha hecho desde siempre, puedes intentar solucionarlo de forma progresiva mediante un contracondicionamiento. Es decir, eso que antes no le gustaba intentar que ahora le empiece a gustar asociándolo con sensaciones agradables. Si es un cepillado, puedes empezar poco a poco a la vez que le das unas chuches super ricas, por ejemplo. La idea es simple, pero requiere de mucho (mucho) tiempo para lograr resultados.
El perro gruñe cuando está comiendo.
La vía rápida para solucionar esto es simple: dejar que el perro coma en paz sin que nadie le moleste.
Pero si quieres trabajar que no gruña cuando tiene comida, por ejemplo porque hay niños en casa y quieres prevenir sustos, es sencillo. Como antes, el objetivo es cambiar el chip al perro. Ahora cuando ve tu mano acercarse piensa que le vas a quitar la comida, lo que tienes que hacer es que vea tu mano como algo que es todavía mejor que la comida.
Para ello puedes darle comida super rica mientras come (que sea mucho más apetitosa que la que tiene en su comedero), ya sea directamente desde la mano o usando un segundo comedero. Esta es la forma más sencilla de comenzar el acercamiento.
Desde ahí puedes ir progresando, acercándote más, metiendo algún trozo en su comedero de ese premio rico mientras come (siempre mucho más valioso que su comida normal).
Puedes repartirle la comida en 2 comederos, y cambiarle uno por otro, de forma que vea que no está perdiendo su comida cuando interactúas con él. Poco a poco ve acariciándole mientras come, pero siempre que esté tranquilo. Lo más importante es hacer las cosas al ritmo del perro.
El perro gruñe cuando tiene un juguete.
La mejor forma de evitar problemas de posesividad de todo tipo es trabajar una estructura de juego adecuada. Esto incluye enseñarle a soltar y a morder a la orden. De esta forma el perro aprenderá a soltar cualquier cosa cuando se lo pidas, no solo juguetes, también cosas que se encuentre por la calle o todo tipo de elementos que pudieran suponer un problema.
Si te interesa conocer este proceso, en mi ciclo de cursos de Adiestramiento Canino con clicker explico una estructura de juego completa, incluyendo el morder y soltar a la orden.
El perro gruñe a niños.
La relación entre perros y niños puede ser complicada si el perro tiene problemas. Nunca hay que dejar que el perro y el niño interaccionen sin supervisión, y hay que trabajar de forma muy activa con el niño para hacerle entender que el perro tiene sus necesidades, qué cosas no debería hacer, qué formas de juego sí son las adecuadas, etc.
Si el perro no tiene un problema de fondo ya instaurado, controlar y adecuar las interacciones suele ser suficiente. Como siempre, y más en este caso, si hay dudas o miedos lo mejor es trabajar con un profesional antes de que ocurra un accidente.
La importancia de la comunicación canina.
Los perros son animales sociales muy transparentes. De hecho emiten mucha comunicación antes incluso de llegar a tener que gruñir, marcar, etc. No se comunican con nosotros de forma verbal, pero su lenguaje corporal es muy rico y complejo, y conocerlo es clave para evitar todos estos problemas que hemos comentado.
Para entender a un perro, a cualquier perro, es necesario conocer su lenguaje. Esto te permitirá comprender sus necesidades, atenderlo, respetarlo y ayudarlo cuando lo necesite, evitando gran parte de los problemas de comportamiento que puedan aparecer.
Si te interesa tienes disponible mi curso sobre Comunicación Canina – Aprende a entender a tu perro. Haz clic en la imagen para tener más información.

Quizá también te interese:
- Cómo evitar que el perro muerda a tu niño/a.
- Qué debes saber sobre comunicación canina.
- Perro agresivo (solo) con correa: ideas y consejos.
Este artículo se ha actualizado por última vez el 24/08/2023.