Me juego un café a que más de una vez has oído cosas como: “mi perro es muy dominante, no te acerques”, “mi macho es alfa”, “tienes que imponerte a tu perro para demostrar que eres el líder”, y un largo etcétera de frases similares.
En este artículo quiero arrojar algo de luz sobre el tema de la dominancia en perros: ¿Cuántas de estas afirmaciones son ciertas? ¿La dominancia existe realmente? ¿O es solo una excusa para dar caña al perro? Vamos a verlo.
Las dos visiones sobre la dominancia más extendidas entre las personas con perro.
Solo hay que dar un paseo por una zona de suelta o un pipican (o por un grupo de Facebook sobre perros si te va el hardcore) para ver lo que la gente piensa sobre este tema. Vaya por delante que la siguiente descripción está exagerada y caricaturizada para que se entiendan mejor las posiciones y por qué no, para darle un poco de ironía y humor al tema.
Por un lado están los animalistas abraza-árboles que dicen que la dominancia no existe, que quienes creen eso no tienen ni idea de perros y que es una excusa para maltratarlos. Por otro, las personas que creen que todo lo que hace el perro desde que se levanta hasta que se acuesta es porque es dominante (especialmente todo lo relacionado con agresividad), y eso justifica todos y cada uno de los comportamientos del perro.
Como es de esperar, ni un extremo ni otro es el acertado, y espero que tras la lectura de este post puedas tener una visión más crítica y formada sobre el tema.

¿Qué es la dominancia en perros?
Ok, todo el mundo habla de dominancia ya sea en un sentido u otro, pero ¿sabemos realmente qué es la dominancia?
Existen muchas definiciones realizadas a lo largo de los años por profesionales de la biología y la etología. Aquí voy a mostrar la definición dada por Roger Abrantes en 2012 (Doctor en Biología Evolutiva y Etología y Director del Instituto de Etología de Cambridge) por ser una de las más actuales:
La dominancia es un comportamiento cuantitativo y cuantificable mostrado por un individuo con el fin de ganar o mantener el acceso temporal a un recurso particular, en una situación particular, versus un oponente particular, sin que ninguno de los dos perros se hagan daño. Si alguna de las partes resulta herida, entonces ya no hablaríamos de comportamiento dominante sino de comportamiento agresivo.
Primera conclusión que hay que sacar tras leer esto: sí, la dominancia en perros existe.
La segunda conclusión dinamita la base de lo que mucha gente considera dominancia: no tiene nada que ver con la agresividad. Vaya vaya, la cosa se pone interesante.
Un poco más abajo explicaré con más detalle esta definición, pero antes quiero hablar de cómo apareció esta teoría de la dominancia tan popular, ya que conocer ese origen te va a ayudar a entender dónde está el problema de todo esto.
El origen de la teoría de la dominancia.
La teoría de la dominancia se formuló en un trabajo de doctorado de David Mech (U.S.A.) presentado en el año 1970 en el que estudiaba a varios ejemplares de lobo en cautividad (ojo, este detalle es importante) y cómo se relacionaban entre ellos dentro de la manada. En su momento fue un estudio con muchísimo impacto. Su libro vendió cientos de miles de ejemplares y en el mundo del adiestramiento canino se adoptaron rápidamente sus ideas.
Puede que estés pensando que este origen es bastante fiable: un experto en biología que estudia lobos, ¿dónde está el problema?
Las conclusiones del estudio en las que se basan las definiciones de dominancia, lobo alfa, etc. no son correctas. La muestra de lobos en los que se basó el estudio no eran una muestra representativa de lo que sucede en realidad en la naturaleza y en la especie. Lo que sucedió es que traer varios ejemplares de diferentes sitios y diferentes manadas, sacarles de su entorno natural y tenerlos en cautividad (juntos a la fuerza) hizo que su relación no fuera normal y aparecieran frecuentemente conflictos y luchas. Y la teoría basó sus conclusiones en esos conflictos.
Esto no es representativo ni correcto. Es como si basásemos toda la psicología humana en lo que observamos que ocurre dentro de la casa de Gran Hermano… simplemente no es real.

Lo que el propio autor de la teoría de la dominancia dice años después.
Recupero este dato: la teoría es de 1970. Este post lo estoy publicando en 2021, es decir, 51 años después. 51. ¿Qué no sabíamos hace 50 años sobre el cáncer que sí sabemos hoy? ¿Y sobre neurociencia? Ya ni hablo de tecnología. A donde quiero llegar es que, incluso si hubiera sido una teoría acertada, hoy sabemos muchísimo más sobre perros que hace 50 años. Lo suficiente como para afirmar que igual esto de los lobos alfa no estaba muy acertado.
Y no es que lo diga yo, es que lo dice el propio David Mech. Sí, el propio autor de la teoría de la dominancia asume que su trabajo no es preciso y que el concepto “alfa” no es como se pensaba. A continuación te dejo un pequeño vídeo donde el propio David lo explica.
El propio David reconoce que hoy sabemos mucho más que antes y que el concepto de alfa que se extendió como la pólvora no es correcto. Esto lo dijo el mismo hace 15 años, y aquí seguimos hablando sobre el tema.
Algunas conclusiones sobre la dominancia en perros.
Tenemos ya suficiente información sobre la mesa, por lo que vamos a parar, organizar y sacar las primeras conclusiones. Por un lado, David en su video nos explica que a día de hoy sería más acertado hablar de machos o hembras reproductoras, o padres y madres, en lugar de “alfas”. Esta es la primera conclusión importante: es hora de dejar de usar el término “alfa”.
Por otro lado, Roger Abrantes en su definición (que tienes más arriba) nos habla de que la dominancia es un comportamiento mostrado de forma temporal, en situaciones concretas y con el objetivo de que los animales no se hagan daño. Por tanto, es un mecanismo social que ha evolucionado para que la gestión de recursos entre los perros se resuelva sin conflictos agresivos ni heridas dentro del grupo (lo cual iría en contra de toda lógica evolutiva).
De aquí tenemos que sacar otras dos ideas importantes:
La primera: quizá estés pensando “mi perro sí que se pone agresivo porque gruñe y enseña los dientes cuando protege su comida”. No, eso no es una conducta agresiva, es una conducta comunicativa que precisamente tiene como objetivo evitar toda agresión. Te lo explico más en detalle en este artículo para no desviarnos más del tema. La dominancia no tiene nada que ver con la agresividad o imponer la voluntad mediante la fuerza.
La segunda: una conducta dominante es algo temporal y circunstancial. Esto implica que un perro no “es” dominante, sino que en algunos momentos puede mostrar una conducta dominante, que es algo muy diferente. Vamos a desarrollar esto un poco.

No existen los perros dominantes ni los perros sumisos.
Te voy a poner de ejemplo a mis perros para que entiendas esto. Bali, pastor alemán, si tiene su juguete y mi otro perro se acerca se pone “como una fiera” y no permite que lo coja. ¿Esto significa que es la dominante del grupo? Antes de responder, sigamos.
Ratón, mi otro perro mestizo de 30 kg, no tiene ningún problema con compartir y ceder sus juguetes, pero si está comiendo no permite que Bali se acerque y protege su comida. ¿Quién es el dominante y quién es el sumiso?
La respuesta es que ninguno de los dos lo son, pero a la vez lo son ambos. Ser dominante y sumiso no es una condición constante en el tiempo, como puede serlo tener el pelo negro o tener espolones. En una situación concreta, el perro A puede ser dominante sobre el B, y a los 30 segundos puede darse otra situación en la que el B sea dominante sobre el A. Incluso más complicado, en un grupo de 3 perros el perro 1 podría ser dominante sobre el 2, el 2 podría serlo sobre el 3, y el 3 podría serlo sobre el 1.
¿Es correcto por tanto decir que un perro es dominante? No, no lo es. No se puede decir que un perro sea dominante ni sumiso, ni mucho menos utilizar ese argumento como justificación del comportamiento general del perro.
Jerarquía vs dominancia.
Es cierto que la dominancia en perros existe y así lo demuestra la ciencia. Lo que ocurre es que el concepto “dominante” ha adquirido un significado muy negativo y equivocado gracias a toda esta desinformación.
El uso simplista de los conceptos, adiestradores anclados en el pasado, personas que solo buscan una excusa para utilizar la fuerza física con su perro, programas de televisión que nada tienen que ver con la realidad… Todos nos han vendido (y sorprendentemente siguen vendiendo) que ser dominante implica ser agresivo, imponerte por la fuerza a la mínima ocasión, utilizar la amenaza y el miedo para mantener a los demás a raya, y en definitiva ser una especie de tirano que conspira para dominar el mundo. Y eso es un error.
Es cierto y está más que demostrado que la especie canina se organiza en grupos sociales jerárquicos, algo que es común en el reino animal. Por lo tanto, si existe jerarquía habrá momentos en los que ciertos individuos estarán por encima en la escala jerárquica y otros que estarán por debajo. Efectivamente, los individuos que están por encima se les llama dominantes, pero eso no los convierte en tiranos. Del mismo modo los que estén por debajo se les llama sumisos. El problema es que estos dos conceptos están totalmente desvirtuados hoy en día.
Por lo tanto, sería más correcto hablar de jerarquía y no de dominancia cuando nos referimos a este tipo de interacciones sociales en perros dentro de un grupo. Colocar a un perro la etiqueta de “dominante”, además de ser un error de concepto como ya he explicado, condena al perro de por vida. Cualquier problema de conducta que pueda sufrir será achacado a su dominancia y no se buscará la causa real de sus problemas ni, por tanto, una buena solución a los mismos.

Lo que significa ser un auténtico líder para tu perro.
Si sigues leyendo a estas alturas, enhorabuena. El tema es complicado y denso pero todavía nos queda algo importante que mencionar.
Algunos investigadores como Juliane Kaminski afirman que los perros no se relacionan con las personas de la misma forma que con otros miembros de su grupo social. Aunque los perros establezcan relaciones jerárquicas entre ellos, a día de hoy no existen evidencias científicas que demuestren que hacen lo mismo con las personas. Al contrario, los estudios apuntan que los perros se relacionan con las personas de forma cooperativa y no competitiva. Es lógico tras varios miles de años de evolución compartida.
Por lo tanto, olvídate de esa idea sin fundamento de que tu perro te quiere dominar. Ser un líder se parece mucho más a ser un cabeza de familia que a un dictador. Todo eso que nos dicen que hagamos en los programas de televisión, o esa idea de que “debes imponerte a tu perro”, o afirmaciones como que “no debes dejar que salga delante de ti por las puetas”, o que “no debes permitir que se suba al sofá o a la cama porque ese es el lugar reservado para el líder” son totalmente erróneas y no tienen ninguna base científica.
Especialmente la idea de que se debe adiestrar al perro imponiendo la fuerza. Desde el respeto: es una idea prehistórica. Existen multitud de estudios serios y más actuales (varias décadas más actuales, de hecho) que demuestran que el trabajo basado en el respeto, la confianza y el vínculo da mejores resultados, además de ser más sano para el perro. No hace falta utilizar ni collares de ahogo, de pinchos o eléctricos. Por mucho que quieran llamarles “collares educativos” no enseñan nada y son peligrosos para el animal.
Quizá un líder haría eso. Un padre o una madre no lo haría.
Conclusión: la dominancia existe, pero no es lo que te habían contado.
Todos los que tenemos perro y especialmente los que trabajamos con ellos tenemos la responsabilidad de aprender, conocer y respetar a la especie tal y como es. No son personas de cuatro patas ni seres maliciosos que traten de conquistar el mundo. Como ya he dicho, afortunadamente a día de hoy se sabe mucho de la especie canina, y cada día más. No hay razón ninguna que justifique trabajar en base a algo publicado hace más de 50 años y que su propio autor ha dicho que es obsoleto.
Espero haber resuelto algunas dudas sobre este tema. Soy consciente de que el post es largo pero he tratado de ordenar las ideas e información de la mejor forma posible. El tema daría para mucho más, así que si tienes algo que comentar o aportar no dudes en dejar un comentario aquí abajo.
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Nota: este artículo se publicó el 25/05/2021 y se ha actualizado por última vez el 23/03/2023.
Comentarios 9
Me encantan tus artículos!!!
Y me gustaría que hablases de cómo influye en el comportamiento la dieta..
Yo les doy BARF.
Muchísimas gracias
Fantástico Post! Es la primera vez que tengo perro y antes de traer a IPA a casa estuve buscando todo tipo de información y la experiencia con ella me ha demostrado lo erróneas de muchas informaciones. Con respeto, dedicación y un poco de asesoramiento de un etólogo estamos cada día más unidas, yo le he enseñado cosas pero ella a mi tambien me enseña muchas cosas cada dia.
Author
Me alegro que vayan bien las cosas, Lourdes! 🙂 Y gracias por tu comentario.
Hola,
¡muchas gracias por el artículo!, desde mi humilde opinión, me parece muy ilustrativo y acertado. Tuve la suerte de que me recomendaran un libro “Al otro lado de la correa”, en el que se trata este tema y por lo que ya tenía algunas nociones…
Author
Hola Vanesa. Sí, es un libro muy recomendable!
Muy buen artículo,el 98% de los visitantes de los pipican deberían leerte.Varias veces. Gracias!!
Author
gracias Marcos! 🙂
Excelente artículo José. Gracias por compartir tu conocimiento.
Author
Gracias Giancarlo!